Home / Trabajos Académicos / Nuevos contenidos del trabajo y formas de empleo en las economías desarrolladas

Nuevos contenidos del trabajo y formas de empleo en las economías desarrolladas

Nuevos contenidos del trabajo y formas de empleo en las economías desarrolladas

Resumen: El objetivo de este trabajo consiste en describir los rasgos más generales de los procesos de transformación de la actividad productiva en las sociedades altamente industrializadas a través del papel estratégico del conocimiento y de la creatividad como factores clave de la productividad y competitividad; así como por sus efectos en los procesos de redefinición de los contenidos del trabajo, categorías ocupacionales y formas de empleo, donde juegan un papel central los trabajadores altamente especializados o trabajadores del conocimiento con formación universitaria. Sin hacer particular referencia a alguna especialidad o disciplina, nos enfocamos en los nuevos contenidos del trabajo y las formas de empleo de nivel profesional en el sector industrial y de servicios de los países altamente industrializados. Los hallazgos del estudio pueden servir de referente a las instituciones universitarias, la UNAM entre ellas, para avanzar en la formación de los profesionistas en el sentido de las nuevas determinaciones del trabajo y empleo altamente especializado.

INTRODUCCIÓN

En las formas tradicionales de la producción industrial y de los servicios, la organización del trabajo supone una amplia base de mano de obra relativamente barata, un pequeño sector altamente especializado, mucha supervisión y una estructura administrativa jerarquizada. Los empleados son en su mayoría de tiempo completo, sin embargo su ineficacia productiva y alto costo económico han ido conduciendo al mundo al final de la organización de la producción y del empleo masivos propio del taylorismo y, con ello, a una serie de cambios económicos y tecnológicos que han repercutido en la redefinición del trabajo y las formas del empleo.

En el mundo del paradigma tecnológico, de la sociedad de la información, el giro ha ido en el sentido de las organizaciones que utilizan la inteligencia; es decir: en donde el valor agregado proviene del conocimiento y de la creatividad: dos factores clave para la productividad y la competitividad en las sociedades desarrolladas (Castells y Esping-Andersen.1999). Este es el contexto en el que se opera una redefinición de los contenidos del trabajo, categorías ocupacionales y formas de empleo qué denotan el cambio en la naturaleza del trabajo (Flandy,1993). Se perfila, un panorama escaso de trabajos tecnológicamente complejos, los cuales requieren más conocimientos y pericias o habilidades tecnológicas y son ocupados por una pequeña por una pequeña proporción de personas de una alta calificación generalmente adquirida en instituciones universitarias (“trabajadores del conocimiento”) (Lee y Vallas, 2001), que con el apoyo de herramientas que son máquinas inteligentes y computadoras, añaden más valor agregado que un numeroso grupo de trabajadores con poca o ninguna preparación (Aronowitz y De Fazio, 1997).

En los diversos sectores de la producción de los países altamente industrializados se han incorporado la “nuevas formas de organización del trabajo flexible” (NPOT) así como en la inversión en máquinas inteligentes. Las organizaciones tienden a ser más pequeñas, que requieren menos personas pero mejor calificadas y con más apoyo de personal externo calificado y especializado al cual contrata coyunturalmente, así como en diversas agencias auxiliares. Provocando que vayan desapareciendo los trabajadores de tiempo completo y concentrando en unos pocos altamente especializados las funciones principales, son los que reciben mejores salarios, estímulos e importantes prestaciones a cambio de un trabajo de alta calidad, de tiempo completo y sin límites de horario, de total compromiso y flexibilidad (Handy, 1993; Navarro, 1999).

No todos los profesionistas logran emplearse como personal de base de las empresas como trabajadores del conocimiento, la mayoría trabajan fuera de las organizaciones, vendiendo sus servicios como trabajadores externos, ya de manera independiente o como miembros de pequeñas organizaciones de asesoría altamente especializadas, algunas veces efímeras y coyunturales; o bien se recurrirá al autoempleo, desempeñando frecuentemente actividades más tradicionales y rutinarias.

Como se observa la década de los noventa de que el conocimiento será la base del trabajo del futuro (1996) es la realidad del presente en las sociedades en fase de capitalismo avanzado. Las nuevas formas de organización del trabajo y las nuevas tecnologías que permiten “… la adquisición, producción, almacenamiento, tratamiento, comunicación, registro y representación de datos e informaciones contenidas en señales de naturaleza acústica, óptica ó electromagnética” (Navarro, 1999;23) han ido transformando el trabajo del experto profesional al poner énfasis en el procesamiento de la información; la resolución de problemas y la producción de nuevo conocimiento (Benson y Brown; 2007) así como sus formas de empleo.

El agotamiento de las formas tradicionales del trabajo y del empleo, así como el auge de la organización del trabajo flexible; imprimen un nuevo carácter al ejercicio de las profesiones. Los procesos de cambio que están experimentando las economías de las sociedades tecnológicamente más avanzadas son un marco de referencia obligado de las instituciones mexicanas como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

HACIA NUEVAS FORMAS DE ORGANIZACIÓN DEL TRABAJO

A mediados de los setenta se presenta una transición del desarrollo capitalista hacia una fase distinta, lo incuestionable es que muchos de los íconos de la era de la modernización se tambalean, han empezado a desaparecer los grandes complejos industriales, el trabajo obrero, el empleo de tiempo completo, las burocracias centralizadas de dirección, los mercados masivos de productos estandarizados baratos, el Estado benefactor, entre otros (Amín.1996). Lo anterior coincide con la crisis del modelo clásico de desarrollo industrial basado en una serie de principios, originalmente expuestos por Taylor, y perfeccionados por Ford, y que reunidos, concatenados y codificados constituyen lo que se conoce como la Organización Científica del Trabajo (OCT). El Taylorismo, como forma de organización de trabajo, por su rigidez y estructura jerárquica, muestra límites a la eficiencia de la productividad. La ruptura hacia el trabajo flexible en el nuevo paradigma tecnológico, se destacan tres características principales: a) la flexibilización del trabajo, b) el trastocamiento de la rígida estructura tradicional que separa las tareas de concepción/ejecución, trabajo directo/supervisión y las de producción/mantenimiento/control de la calidad.

CONSIDERACIONES FINALES

Hay toda una discusión inacabada en los países desarrollados entre quienes consideran que el cambio hacia tareas más variadas y complejas en estas economías no es un proceso generalizado en tanto que depende, entre otras cosas, de la decisión de la empresa por desarrollar una ventaja competitiva global.

Muchas actividades de estas nuevas ocupaciones del conocimiento conllevan el desempeño de tareas rutinarias (estáticas, predecibles, programadas, repetitivas) aun en empresas intensivas en tecnologías, así como que ha dejado de verse un incremento en la demanda de conocimientos de los empleados de ocupaciones tradicionales (Benson y Brown,2007).

Se  argumenta críticamente el hecho de que, sobre bases que tienen poco que ver con la eficiencia y el desempeño económico, las organizaciones complejas prefieren el conocimiento formal legitimado institucionalmente sobre el conocimiento tácito de la experiencia y no certificado formalmente con el riesgo de aumentar el poder y preeminencia de un segmento de la inteligencia técnica como una fracción de clase armada con conocimiento científico sobre valores basados en el mercado (Lee y Vallas, 2001). Es cada vez más evidente la importancia en las economías modernas, de los trabajadores del conocimiento que poseen saberes, habilidades y destrezas estratégicamente valiosas, adquiridas formalmente en las universidades. Este tipo de trabajadores además no parecen haber sufrido mayores mermas en su papel central de “experto profesional” a la luz de algo que se apuntaba desde mediados de los años noventa: la tendencia creciente a la cooperación interdisciplinaria y la pluralización de las perspectivas entre especialistas (en equipos de trabajo o redes al interior o de manera externa a la empresa) que pronosticaba una reducción gradual de  “las pretensiones monopólicas de las distintas disciplinas y departamentos para analizar y configurar los distintos campos de la realidad de la empresa…” (Pries.1995:76).

Resulta indiscutible que las instituciones universitarias están jugando un gran papel estratégico como espacios de formación altamente especializados. Y si bien en América Latina, y concretamente en México, no abundan los estudios sobre las formas que adquieren en la industria y en los servicios los nuevos contenidos del trabajo y el empleo en general, y particularmente de nivel profesional, sí se han explorado algunos rasgos de la actividad productividad productiva ( Muñiz, 2009; Antunes,2009; De la Garza, 1998; Hualde y Serrano, 2008). En nuestro país se ha documentado la coexistencia de las formas tradicionales y flexibles de producción y de organización del trabajo, así como que son particularmente las empresas industriales altamente productivas y dinámicas tecnológicamente las que parecen estar inmersas en un proceso de flexibilización de la organización del trabajo (De la Garza, 1998). Es decir, si bien los procesos de modernización de la actividad productiva no son generalizados, como tampoco lo son sus efectos sobre el trabajo y el empleo, el país ya está en la ruta de las nuevas determinaciones de la modernización de la actividad productiva (De la Garza, 2002 y 2009; Zenteno, 2002, Carrillo y Hualde, 2009).

En este sentido, lo que ya se observa en las economías más desarrolladas del mundo contemporáneo prefigura, en cierta medida, algunos de los caminos por los que probablemente empezarían a transitar, o lo harán en un futuro cercano, países como México. Por lo cual consideramos que no es despreciable conocer esa experiencia en tanto que puede ofrecer elementos que sirvan a las instituciones universitarias en general, y particularmente a una de la magnitud y tradición como la propia UNAM, para que juegue un papel protagónico formando a los cuadros de expertos profesionales de una actividad económica que parece asentarse cada vez más en el conocimiento altamente especializado y la pericia tecnológica; más aún, cuando en el marco de la organización del trabajo flexible del mundo actual aumenta la legitimidad y relevancia del conocimiento científico adquirido de manera formal en las instituciones universitarias.

BIBLIOGRAFÍA

Amin, Ash (1996), “Post- Fordism: Models, fantasies and phantoms of transition”, en Ash Amin (ed.). Post-Fordism. A reader, Oxford, Blackwell Publishers,pp.1-39.

Antunes, Ricardo (2009),”Diez tesis sobre el trabajo del presente (y el futuro del trabajo)”, en Julio César Neffa, Enrique de la Garza Toledo y Leticia Muñoz Terra (comps.); Trabajo, empleo, calificaciones profesionales, relaciones de trabajo e identidades laborales, vol. 1, Buenos Aires, CLACSO, PP. 29-44.

Arnold, Rolf (1999), “Cambios tecnológicos y organizativos en la formación profesional en sociedades europeas”, en Guillermo Labarca, Formación y empresa, Montevideo, CINTERFOR/OIT,pp. 59-97.

Aronowitz, Stanley y William de Fazio (1997); “ The new Knowledge Work”, en A.H. Halsey, H., H. Lauder, P. Brown y A. Stuart Well (eds,), Education: culture, economy and society, New York, Oxford University Press. pp. 193-206.

Beck, Ulrich (2000), Un nuevo mundo feliz. La precariedad del trabajo en la era de la globalización, Barcelona, Paidós.

Benson, John y Michelle Brown (2007), “Knowledge Workers: What keeps them committed; what turns them away”, Work Employment Society, vol. 21, núm. 1, pp. 121-141, en:http://wes.sagepub.com (consulta: 25 de enero de 2008).

Carrillo, Jorge y Alfredo Hualde (2009), “Potencialidades y limitaciones de sectores dinámicos de alto valor agregado: la industria aeroespacial en México”, en Julio César Neffa, Enrique de la Garza Toledo y Leticia Muñoz Terra (comps.), Trabajo, empleo, calificaciones profesionales, relaciones de trabajo e identidades laborales, vol. I, Buenos Aires, CLACSO, pp.373-396.

Castells, Manuel y Gosta Esping Andersen (1999), La transformación del trabajo, Barcelona, Los libros de la Factoría.

Coriat, Benjamín (1985), La robótica, Madrid, Editorial Revolución.

Nuevos contenidos del trabajo y formas de empleo en las economías desarrolladas. México: CEAAMER [200?] p. varía.

Check Also

Barboza Guzmán, Carlos Marx. Compromiso de todos. Difundir el medio ambiente. México

COMPROMISO DE TODOS DIFUNDIR EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE.  Autor: Dr. Carlos Marx Barbosa Guzmàn. …

Powered by keepvid themefull earn money