Análisis de la Práctica y Formación Docente
Titular: Dr. Jorge Martínez Sánchez
Doctorando: Concepción Garrido Jiménez
Marzo, 2018
El creciente interés por la profesión docente y por la formación profesional, es una discusión que se enmarca en las determinaciones que se plantean en la actual política educativa, sin embargo, la transformación a la que aspira, parece desarrollarse al margen de la consideración del docente como persona, que si bien responde a los requerimiento expresados en el perfil deseable para su desempeño, aprecio que es su esencia, la que determina a que las pretensiones sean no solo obtenidas, sino significativas a través de actos volitivos en el aprendizaje de los alumnos y en la mejora del sistema educativo.
En este sentido y con base en las precisiones de García, G. (2012). Se presenta un listado jerarquizado, al que se han adicionado dos categorías que percibo fundamentales vocación y formación.
Como se observa, en esta jerarquización se parte de la premisa de contar con vocación, comprendida como la inclinación de las personas por alguna profesión, en este sentido, relacionada con sus aptitudes, intereses, gustos entre otros; dentro de la que valoro fundamental el aprecio por los estudiantes, el fenómeno del aprendizaje y la inclinación al servicio.
Enseguida, la categoría formación, que corresponde a la concreción de aquello que se desea. Hay que formarse para ser, concibiendo que la formación igual que el conocimiento, es un proceso que nunca termina, estas dos categorías resumidas en disposición y preparación se completan con los elementos constitutivos de la categoría dimensiones de la práctica docente: Obligación moral, compromiso con la comunidad y competencia profesional.
Esta tríada que define a la práctica docente, desde mi perspectiva, aporta el marco para la inserción de las siguientes: el desarrollo de la práctica en sus distintos momentos, las funciones correspondientes a cada uno de ellos, el dominio de los saberes necesarios y la reflexión de todo el conjunto, no como conclusión obligada sino como filosofía de quien decide o aprende a ser, del que se forma a lo largo de su vida y quien actúa con la convicción de que ama su profesión y la resignifica día a día.
De esta manera, la importancia de las categorías seleccionadas es alta, considerando que el ejercicio de la práctica docente, del que ama su hacer, está ligado indisolublemente con el compromiso consigo mismo, con la comunidad a quien sirve y con la profesión; cuyo objetivo máximo es el logro del aprendizaje de todos sus alumnos.
Si vocación implica una decisión personal, compromiso y ejercicio ético de la profesión, la formación que a está conviene, sitúa a la acción profesional del docente, desde el actuar Pedagógico, es decir caracterizado con el ejercicio de los elementos teóricos y prácticos necesarios, en el marco contextual e institucional que corresponde.
Finalmente se apunta en relación con el documento elaborado por el (INEE 2016), Perfil, los parámetros e indicadores para docentes y técnicos docentes, sobre el ejercicio de la práctica y el dominio que se puntualiza deseable sobre los diferentes aspectos del desempeño, que se presentan con el objetivo de fortalecer la calidad y equidad de la Educación Básica y Media Superior, y que con base en las cinco dimensiones, se deduce similitud parcial con las categorías de la práctica, elegidas previamente, toda vez que no corresponden al señalamiento jerárquico, ni a la visión que parte de la vocación; de la esencia del docente y de su preparación hacia un desempeño con base en el cual, logra trascender en el aprendizaje de sus alumnos.
Se comenta que el profesor, visto desde esta perspectiva, asume la obligación de alcanzar su mejor desempeño, dirigido a la mejora de los resultados educativos; propuesta frente a la cual falta establecer vínculos con la vocación no considerada y la preparación inicial, dado que se da por hecho que todos los profesores en los niveles considerados cuentan con la preparación adecuada; con el compromiso y oferta de capacitación suficiente, actualizada y diferenciada para el reconocimiento del docente, como profesional que apoya didáctica y pertinentemente al proceso de aprendizaje de sus alumnos; revalorar la función educativa y su importancia social, generando compromiso ético y normativo para el bienestar de los alumnos; y acentuar el valor y responsabilidad de la participación social con el proyecto de mejora y eficiencia terminal.
Existen dos elementos de importancia que se mencionan, la reflexión y la investigación de la práctica, sin embargo reconozco que el hacer cotidiano, sustentada en la conciencia de la actuación profesional y la propia identificación del docente con su tarea, derivadas de la vocación y preparación adecuada, resalta su valor y la necesidad de desarrollarlos como elementos integrados en las dimensiones del desempeño profesional docente.
REFERENCIAS
García, G. (2012). Análisis de la percepción de los maestros de educación primaria en relación a su desempeño a partir de su ingreso al programa de carrera magisterial. México: Proyecto de doctorado en la Universidad Iberoamericana. Recuperado de http://aula.ceaamer.edu.mx/pluginfile.php/17417/mod_page/content/12/Garc%C3%83%C2%ADa_desempe%C3%83%C2%B1o%5B1%5D.pdf
INEE. (2016). Perfil Parámetros e indicadores para docentes y técnicos docentes en educación básica. Recuperado de http://servicioprofesionaldocente.sep.gob.mx/2016/ba/PPI/Docente_Tecdocente.pdf
Larrosa, M. (2010). Vocación docente versus profesión docente en las organizaciones educativas. Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 13 (4). Recuperado de http://www.aufop.com/aufop/uploaded_files/articulos/1291992517.pdf
Rico, M. (2006). La importancia de la práctica docente en la didáctica de la Lengua Española como asignatura troncal de los estudios de Magisterio. Granada, España: Revista Electrónica Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 9 (1).
Recuperado de http://www.aufop.com/aufop/uploaded_files/articulos/1224455202.pdf
Garrido Jiménez, Concepción. Análisis de la práctica docente y formación docente. México: CEAAMER, 2018. p. varía.