La Naturaleza Humana en la Sociedad Global

La Naturaleza Humana en la Sociedad Global

Si tomamos en consideración los factores que incurren sobre la naturaleza humana en la actualidad, a partir de que se aceleró la globalización, lo que parece gobernar al mundo y sus transformaciones, es la realidad económica, mientras que las ideologías se derrumban y las políticas se hacen más pragmáticas.

Desde este punto de vista, el espacio social y político se desploma dominado por las realidades técnicas y económicas con base en la presión de los nacionalismos o los integrismos religiosos que se ven reflejados en los problemas de la vida privada.

Por lo tanto, en la actualidad, se ha visto que los cambios sociales de la globalización del siglo XXI, trajeron consigo la educación violenta del paradigma antropológico dominado por la ley del valor y el homo oeconomicus como productor y realizador de plusvalía, lo cual determina su comportamiento práctico como fundamentalmente utilitarista, en contraposición a cualquier proyecto humanista sobre la socialización.

Cabe hacer destacar, que el hombre contemporáneo tiene una aguda conciencia de la falta de sentido de la existencia, debido que la sociedad industrializada, se ha especializado en satisfacer la más humana de todas las necesidades del hombre, la de encontrar sentido a la vida, generando en él, un vacío existencial y un estado de tedio continuo, razón por la cual, el fenómeno de la delincuencia juvenil, se sustenta en ese vacío existencial, debido a que el sentido de la vida se redujo a vivir el instante presente, disfrutándolo todo lo posible. Y este nihilismo es intolerable para cualquier ser humano, por lo tanto es imprescindible que el hombre, asuma su propia espontaneidad para aprehender toda la sensatez incondicional de esta vida.

 Dado que toda sociedad se basa en representaciones colectivas de valor general, entre las que se encuentran: el derecho, la moral, la religión, las costumbres, etc., que se han impuesto con carácter forzoso a la conciencia humana por el medio social, las situaciones extremas asociadas a los procesos modernizadores que desarraigan a los individuos, los arrancan de sus tierras o de su cultura imponiéndoles la vida en ambientes totalmente extraños y sin pasado, han generado severas perturbaciones en el orden colectivo, como consecuencia de que el individuo pierde los límites morales que hasta entonces habían sido compartidos socialmente. Lo que a su vez ha generado hoy en día, que el individuo dentro de una sociedad globalizada, ha de ser en el aspecto real-cotidiano de su vida, un trabajador productor de ganancias y un ente consumista, con el horizonte mental fijado en la inmediatez.

 A partir de  la sociedad global, la realidad virtual del cyberspace, la identidad del homo abstractus es una dirección electrónica y las relaciones sociales que entabla son constituidas por la electrónica.

Visto de esta manera, se requiere de la creación de un paradigma antropológico y educativo para la sociedad global, porque está en juego el futuro de la humanidad y este futuro no puede depender de mentes utilitarias y de sórdidos intereses que confunden sus éxitos de explotación con la predestinación divina, y la ley del valor con la esencia humana.

Si hoy en día, el fenómeno de la globalización, acerca y fusiona a los conglomerados humanos, más allá de los medios de producción y comunicación internacionales, repercutiendo en nuestra propia transformación interna como individuos, no debemos olvidarnos, que nuestra incorporación a una nueva idiosincrasia de interacción social, se gesta y emerge dentro del núcleo mismo de la familia, por consiguiente, la familia también se ha visto convulsionada, por innovaciones de difícil compresión, generando dentro de su propio sistema, ajustes y desajustes de los cuales hoy en día, es indispensable replantear, en pro de recobrar nuestra sensibilidad y creatividad como seres humanos, lo que Erich Fromm (1975), postuló sobre la condición humana, en un mundo que ya para entonces, dejaba vislumbrar su falta de humanismo:

…el hombre sólo podrá protegerse de las consecuencias de su propia locura

 creando una sociedad sana y cuerda, ajustada a las necesidades del hombre (necesidades que se nutren en las condiciones mismas de su existencia); una sociedad en la cual los hombres estén unidos por vínculos de amor, en la cual se hallen arraigados por lazos fraternales y solidarios más que por ataduras de sangre y suelo.

Por lo tanto, requerimos de una sociedad que le ofrezca al ser humano la posibilidad de trascender la naturaleza, mediante la creación antes que la destrucción, en la cual cada uno tenga la sensación de ser él mismo, al vivirse como el sujeto de sus poderes antes que por conformismo, donde exista un sistema de orientación y devoción que no exija la deformación de la realidad. Solamente cuando el ser humano sea capaz de regular su relación con la naturaleza de manera razonable y sea capaz de sufrir y de gozar con valentía e imaginación, colocando sus fuerzas al servicio de la vida, entonces, y sólo entonces, será el comienzo de una nueva fase en la  historia de la humanidad.

Sustento Bibliográfico:

Diccionario Soviético de Filosofía. (1965). Émile Durkheim (1858-1917). Ediciones Pueblos Unidos; Montevideo.

Chomsky, Noam y Dieterich, Heinz (2003). La sociedad global. Joaquín Mortiz; México.

Fromm, Erich (1975). La condición humana actual. Paidós; Buenos Aires.

Pardo, Juan Marcelo (2003). Educación para el sentido “versus” neutralidad educativa. Academia de ciencias Luneuticus; Rosario, Argentina.

Tourrein, Alan (2003). ¿Podremos vivir juntos? Fondo de Cultura Económica; México.

Zermeño, Sergio “Maquila y modernismo”, Memoria, revista mensual de Política y Cultura. N° 183, Marzo 2004.

La naturaleza humana en la sociedad global. México: CEAAMER, [200?]. p. varía.