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Reflexiones sobre la paradoja de la Senectud.

Antecedentes

Cuba es una isla y Estado del archipiélago de las Antillas, a la entrada del Golfo de México, de silueta alargada y estrecha, que mide 1200 km. de anchura; está constituida esencialmente por una llanura caliza, que cubre casi toda las tres cuartas partes de su territorio, y que domina al sureste el pico Turquino de 2040 m. de elevación, localizado en la Sierra Maestra.

Cristóbal Colón recaló por primera vez en la isla, en octubre de 1492, y por segunda vez, en 1494, en que llegó acompañado por Hernán Cortés y Fray Bartolomé. Sin embargo, su ocupación real ocurrió hasta el año de 1510 con la llegada de Diego Velázquez, procedente de Santo Domingo.

Situar históricamente a Cuba en la década de los 40´s implica mencionar los sucesos más relevantes que conmocionaron al mundo: Europa entera se sumergía en el mayor espanto de la contienda jamás ocurrida, y la segunda guerra mundial destruyó la producción azucarera europea, por lo tanto, Cuba recupero cierta bonanza que condujo a la diversificación de la base económica, afectando a gran parte de la población cubana, la cual fue sometida por largos gobiernos dictatoriales como los de Machado y Batista.

El paisaje de la Cuba, de las décadas de 1940 -1950, en la que se sitúa la novela de Hemingway “El viejo y el Mar”, permanece incólume, como si el transcurrir del tiempo, o de los movimientos sociales y revolucionarios que acaecieron posteriormente, se hubiesen quedado silenciosamente al margen del la Cuba de antaño, que sigue siendo la Cuba de hoy.

Las escenas cotidianas se entretejen a través del perenne deslizarse del ayer, del hoy y tal vez del mañana, en el diario acontecer de los cubanos.

Sinopsis

En el “El Viejo y el Mar”, Hemingway realza las características de su temporalidad histórica sustentadas en el orgullo frente a la adversidad, que deviene de los movimientos sociales y económicos que trazaron la imagen de hombre heroico, en tanto luchador solitario frente a la hostilidad y las privaciones de sobrevivencia elementales.

En esta obra, el personaje central, de nombre Santiago, es un pescador entrado en sus años seniles, cuyo rasgo esencial es el coraje y el sentido de orgullo y dignidad, así como la viveza de su mirada enmarcada en el profundo color de sus ojos azules como el océano y que sobrevive por encima de sus paupérrimas condiciones de bienes domésticos.

La historia de Santiago, deja ver en su breve transcurrir de pocos días, la dinámica social de un pequeño poblado pesquero cercano a la Habana, Cuba, a fines de la década de los 40´s, que implica la amistad con un niño pescador adolescente de nombre Manolín, así como, el desdén y la burla de los demás pescadores por considerarlo salao, por haber llegado al día número 84, sin haber conseguido pescar un gran pez.

El día número 85, Santiago se adentra en las aguas del Golfo de México, y consigue atrapar un gigantesco Marlín, que superaba la eslora de su embarcación; con él lucha durante tres días con sus noches, hasta que logra vencerlo y amarrarlo a la barcaza con la intensión de transportarlo al puerto, sin embargo, los tiburones detectaron las huellas de sangre dejadas por el Marlín durante su lucha con Santiago, y se lanzan furiosos, arrebatándole con grandes tarascadas, hasta el último vestigio de carne, a pesar de la furia de Santiago por alejarlos a golpe de remos, incluso a costa de su preciado timón.

Santiago regresa al puerto con el espinazo limpio y rematado con la cabeza y la cola del gigantesco pez. Manolín lo recibe con admiración, lo mismo que los pescadores que antaño lo desdeñaran; se posará exhausto sobre su camastro, mientras Manolín, que ha decidido acompañarle al siguiente día, va a buscarle una taza de café.

Disertación:

El envejecimiento de los seres humanos es un proceso natural de deterioro tanto físico, psicológico, como social que culmina con la muerte. Sin embargo, cabe aclarar, que en él prevalece la inteligencia, la cual implica operaciones mentales que le permiten al individuo funcionar efectivamente con su ambiente, así como, la capacidad de aprendizaje, lo cual no necesariamente se merma para todos por igual, debido a que dependen en gran medida del comportamiento de la persona, lo que se ve reflejado en la capacidad para enfrentar y resolver problemas nuevos, en su relación con el cúmulo de experiencias vivenciadas y el aprovechamiento de las mismas.

La sabiduría propia de la senectud, consiste en la visión derivada de la capacidad de reflexión, de una perspectiva amplia y significativa de la vida, que permite explicar el conocimiento acumulado a partir de la experiencia.

Otro aspecto muy importante y valioso durante la etapa de la senectud es la creatividad, tanto artística como científica, orientada por la sabiduría y la capacidad para dirigir asertivamente, proyectos de innovación, así como de conservación, que requieren de habilidad estratega.

Sin embargo, la creatividad y la productividad durante la senectud, requieren algo más que una buena salud, es indispensable la apreciación y el reconocimiento por parte de las personas del entorno, para poder continuar conservando el talento, para sí mismo, la familia y la vida en comunidad.

Si retomamos el análisis a la lectura del “Viejo y el Mar”, encontramos dentro de las características de la etapa senil de Santiago, una elevada competencia para hacerle frente a la adversidad de la vida, utilizando sus recursos de autoconfianza para lograr pescar tarde o temprano, el tan anhelado pez.

Así como el cariño y la admiración de Manolín, que con su desinteresada y cálida presencia, favorece en Santiago, el sentimiento de pertenencia, apoyo y amistad.

Su coraje de hombre rudo, forjado con la entereza del que enfrenta a la furia de la naturaleza oceánica, para pelearle el sustento y su derecho de sobrevivencia, dentro de la dimensión que implican el temor y el respeto al imperio inconmensurable de su profundidad, y cuyo único recurso para salvaguardarse de la rendición y el sometimiento, estriba en su propia resistencia y determinación para lograr su objetivo. Así como, su necesidad última de trascendencia,  plasmando su imagen, cansada, dolida y deteriorada, dentro de un marco de heroicidad, que le devuelve la admiración y el respeto de sus semejantes.

A modo de conclusión, puedo aseverar que la obra de Hemingway: El Viejo y el Mar, es un baluarte para la formación del carácter humano, la sencillez de su descripción, permite su fácil acceso a la mente infantil, juvenil, adulta e incluso para las personas que se encuentran en su etapa de vida senil

Lo profundo de las emociones,  que se ligan al miedo, el cansancio, la vergüenza, el temor, la impotencia, y finalmente, el humilde reconocimiento del detrimento de los recursos físicos, en su relación con la dimensión inconmensurable de la naturaleza, provocan sentimientos controvertidos, cuando la admiración que implica alcanzar metas por demás desbordadas de nuestra lógica, pero que han sido apuntaladas por un anhelo y una experiencia de vida que las traduce en reto.

Y por otro lado la conciencia del transcurrir del tiempo, que en muchos casos nos desfasa de la edad cronológica, debido al ímpetu y al entusiasmo que nos va dejando la edad existencial.

Bibliografía

Hemingway, Ernst (2004). El viejo y el mar. Ed. Literuni; México.

Asili, Nélida; Galvanovskis, Agris y otros. (1995). Psicología y envejecimiento. Departamento de Psicología de la Universidad de las Américas-Puebla y Sociedad de Geriatría y Gerontología de México A.C.

Reflexiones sobre la paradoja de la Senectud. México : CEAAMER, [200?]. p. varía.

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