Home / Trabajos Académicos / Vela Cuevas, Mónica. Problemas que presentan los docentes para realizar sus funciones. México: CEAAMER, 2022

Vela Cuevas, Mónica. Problemas que presentan los docentes para realizar sus funciones. México: CEAAMER, 2022

CENTRO DE ESTUDIOS AVANZADOS DE LAS AMÉRICAS
DOCTORADO EN EDUCACIÓN
ASIGNATURA: PROBLEMAS DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA Y PRIVADA
DOCENTE: GEORGETTE DEL PILAR PAVIA GONZÁLEZ
CUATRIMESTRE: PRIMERO
ENTREGA NÚM. 9
Problemas que presentan los docentes para realizar sus funciones
SALUD MENTAL DEL DOCENTE

MÓNICA VELA CUEVAS
MATRÍCULA: M22021001052
26 DE MARZO DE 2022

Problemas que presentan los docentes para realizar sus funciones
SALUD MENTAL DEL DOCENTE

Este ensayo procurará exponer, en la medida de lo posible, los problemas a los que se enfrenten los profesores en su día a día en las aulas y, más aún, en el contexto escolar en general, en relación a un punto que me parece sumamente importante de abordar y que es poco considerado en relación con la calidad de vida y el desempeño de los docentes en el aula, a decir su salud emocional.
Después de la lectura somera de algunos artículos científicos y la bibliografía propuesta como material de apoyo, nos encontramos ante un panorama nada favorecedor en relación a la labor que realizan debido a diversas dificultades con las que tienen que lidiar día a día. Estas limitantes son tanto de forma como de fondo, tanto micro como macro estructurales en la manera; tanto en las limitantes específicas del contexto social o el entorno escolar, como la manera en que está estructurado el sistema educativo en México o los propios currículos y tareas generales que tienen qué realizar y ante las cuales lo común es que tengan una sobrecarga de tareas que pueden ir en demérito de su salud.
Así, después de las lecturas realizadas mi interés se encaminó a las incidencias emocionales que presentan, precisamente, por trabajar en un contexto nada alentador que revela un panorama en donde ni docentes ni alumnos se encuentran del todo motivados en el proceso enseñanza aprendizaje. Esta falta de entusiasmo llega a incidir, además y de manera indirecta, en los demás actores del proceso educativo, a decir: los demás docentes, la familia, los administrativos y directivos de los centros educativos y las personas con quien se relaciona e inciden en su trabajo de alguna manera

Se tratará, entonces, de abordar los factores más importantes que inciden en su motivación laboral y, más allá, en su salud emocional. Menciono para mostrar hacia dónde va mi interés, algunos de estos trascendentes factores: Sobrecarga de tareas, grupos demasiado grandes, alumnos con bajo nivel de motivación, clima negativo de convivencia en las escuelas, bajos salarios, poco reconocimiento social; aumento de responsabilidades del docente delegadas por las familias, problemas con alumnos en concreto, adaptación de la enseñanza a las diferencias individuales, poco o nulo apoyo a su labor a través de diplomados o efectivos cursos de actualización, poco apoyo de docentes entre ellos así como de las autoridades de
las escuelas, y falta de tiempo libre (Oramas, 2013).

Estas situaciones serán abordadas, así como algunas sugerencias y prácticas para mejorar la salud mental de los docentes y aquello que lo provoca, y que consideramos fundamental mostrar no solamente para proponer algunas estrategias para el desarrollo eficiente de sus trabajo sino, principalmente, porque a todos compete trabajar en conjunto para propiciar entornos más sanos para los actores sociales en torno a las escuelas. Así, se tratará el problema de la salud emocional de los docentes desde una perspectiva humana y comprensiva de su realidad social e individual. Finalmente, se procurará ofrecer no solo una reflexión sino también propuestas concretas para mejorar esta ingente realidad donde tanto docentes, alumnos directivos, padres y el contexto social en general, también se ven afectados.
Palabras clave: docentes, depresión en docentes, ansiedad, salud mental, estrés laboral..

DESARROLLO

Uno de los más importantes factores que afectan el desarrollo de una educación de calidad tiene que ver con el desempeño de los docentes. Esto porque son quienes se encuentran, de manera directa, interactuando de manera cotidiana con los alumnos. De este modo, se espera que tenga las competencias básicas para desarrollar su labor; acompañar proactivamente en su formación a los educandos; ofrecerles herramientas valiosas para sus vidas actuales y a futuro, entre otras.
Entre estos factores tienen que ver con el desarrollo educativo de un individuo, la propia personalidad del docente, su individualidad y la manera en que interactúa de manera grupal e individual con los alumnos y la manera en que, posteriormente, el educando se conducirá en sus espacios de vida.

Cabe señalar que esto es lo que se espera de ellos, pero en necesario avistar, analizar y comprender en qué circunstancias efectúan su labor de docentes y, si es el caso, cómo se les apoya y da acompañamiento desde los propios entornos escolares para que ésta sea efectiva. Es un hecho que en un ambiente de sana convivencia donde todos los actores del proceso educativo se sienten satisfechos, es más factible que se logre una educación significativa y de calidad lo que conlleva, por supuesto, también a mejorar las relaciones sociales en las comunidades a las
que pertenecen dichos actores.
Hacia este cambio de realidades desde la escuela, muchos están tomando decisiones precisamente no sólo para enriquecer la educación más allá de lo que ofrecen los currículos escolares. Es decir, no solo se toman en cuenta las competencias propiamente cognitivas, sino también y con el mismo valor, las habilidades emocionales, de interacción y hasta de la propia percepción que tienen los individuos sobre sí mismos. Así, se busca que la escuela sea un espacio sano y armónico, donde las relaciones sociales se enriquezcan y aporten al desarrollo de los individuos; donde el entusiasmo, la empatía, la solidaridad, el respeto, la creatividad, el libre albedrío entre otros, sean parte de los objetivos primordiales de las escuelas y no sólo ejes transversales a los que no se les toma la atención debida.
Es de mencionar que uno de los factores por los que no se alcanza una educación de calidad en México tiene que ver con la labor docente. Como lo menciona Sánchez (2015) afecta tanto el bajo presupuesto destinado a educación, como la motivación personal que tienen los maestros para realizar su trabajo. Precisamente uno de los motivos por los que los docentes no llegan a concretar una educación significativa es la falta de motivación causada por los bajos salarios que perciben y las pocas facilidades que se les da para actualizarse constantemente, lo que también requiere de la inyección de recursos, por dar dos ejemplos.

La indisciplina del alumnado, la delegación de responsabilidades educativas propias de la familia hacia el docente, el cambio de valores y la manera en que se dan las relaciones sociales, la poca valoración que se tiene hacia los maestros, la diversidad del alumnado, entre otros, han dado lugar a que se produzcan situaciones en la que es imperante incidir y tomar decisiones a corto plazo. Lo anterior por las malas consecuencias que ello genera y entre las que se encuentra el deterioro en su salud mental del docente. Todo lo anterior en un contexto de país con problemas graves a nivel económico, social y político, que siempre serán el telón de fondo de nuestra realidad cotidiana y que llegan a definirla o demarcar las acciones que tomamos en
nuestras vidas con el fin de tener mayor bienestar.

Así, se han mostrado cada día más bajas laborales y ausentismo entre los docentes, jubilaciones anticipadas y hasta invalidez pues cada vez son más aquellos que al desarrollar su labor padecen algún tipo de dolencia psicosocial o sicológica que se muestra en algunos síntomas físicos como cansancio, dolores de cabeza y/o musculares, problemas en la voz y, hasta a ser más proclives a enfermedades de otra índole (Mungarro, 2017). Dentro de estas afectaciones interesa entender cómo es que les afecta específicamente el estrés. El malestar docente según Ander-Egg (2005) se manifiesta cuando el docente tiene agotamiento emocional y físico, presentando estrés, desencanto hacia su trabajo y siente que la profesión que
ejerce no sirve de mucho. A continuación y de manera resumida se presentan algunas de las principales causas por las que llegan a sentir estrés lo que demerita mucho su vida; a la par de ofrecer algunas propuestas de solución, si es posible práctica, inmediata o a corto plazo, a partir de nuestras propias reflexiones.
Sobrecarga de tareas. El trabajo del docente no se limita a las aulas y no sólo se desarrolla intelectualmente. Además de ello, debe preparar y programar los contenidos de sus clases, revisar tareas, aplicar exámenes y revisarlos. Del mismo modo, le son asignadas tareas que podrían ser llevadas a cabo por otros profesionistas y orientadores, específicamente, pues se enfrentar a una amplia gama de alumnos en los cuales encontrará algunos con dificultades que tiene que atender en lo individual. La solución inmediata sería que se tomara periodos de descanso y elaborar tareas que, sin bajar su calidad, no le representen mayores dificultades en revisarlas.

Grupos de alumnos numerosos. El tener que atender a un grupo numeroso de estudiantes o, puede ser el caso, a varios grupos, es una de la situaciones por las que también presentan estrés. La solución a este problema no es tan fácil de plantear pues depende no sólo de cómo sobrelleve el docente esta situación, sino del propio sistema educativo que permite que se atiendan hasta a más de 50 alumnos por grupo debido a la amplia demanda educativa en el país. La solución estaría en no permitir grupos numerosos; o en su caso, aumentar la planta docente y dividir el número de alumnos en más grupos. También se podrían construir más escuelas. Lo anterior sería posible si el presupuesto destinado a educación se ejerce adecuadamente y tomando en cuenta la problemática de fondo de la educación en México: la baja calidad, la sobredemanda de educación, los bajos
salarios, las malas condiciones en que se encuentran los centros educativos, entre otros.
Alumnos con bajo nivel de motivación. Cuando los alumnos no muestran interés en la clase y/o no se encuentran motivados para participar, elaborar sus tareas, estar atentos o interactuar, ello llega a producir en el profesorado la sensación de que no está haciendo bien su labor o sentirse frustrado cuando no encuentra la manera de entusiasmar a su grupo, principalmente. Esto es un círculo que lleva a malas respuestas en la calidad de la educación pues ante jóvenes desanimados, también los docentes pueden perder el entusiasmo. Cabe señalar que a nivel Medio y Medio
Superior, es decir, cuando los alumnos piensan ya en la posibilidad de un trabajo a futuro, este desánimo es común al ver que en el entorno, en la familia o entre amigos se habla de una situación nada favorable respecto al campo laboral: Los nuevos profesionistas no encuentran trabajo, son mal pagados, se dedican a otras opciones más remuneradas que las que les ofrecen por sus habilidades profesionales, etc.
La solución a ello sería, desde mi perspectiva, instaurar algunas estrategias de innovación educativa, con las herramientas pedagógicas dinámicas y significativas, por ejemplo, que lleven tanto a los docentes como a los alumnos a sentir entusiasmo e interés. Es decir, hacer de las clases una experiencia de vida con valor, más allá de un “tener” que asistir a clases por obligación. Hacer conciencia de que si son bajos los salarios, de alguna manera los directivos y hasta las propias familias aporten algún beneficio en especie como libretas, despensa, libros, lo que si no es de mucho valor económico podría ser una motivación más.

Clima de convivencia en los centros educativos. Actualmente las interacciones no solo dentro de las escuelas sino también fuera de ellas: dentro de las familias, con los vecinos o personas del entorno, no generan vínculos estrechos, no necesariamente amistosos pero sí con sentido de comunidad. Así, los docentes no se buscan unos a otros, no platican con los alumnos y tampoco lo hacen con los padres de manera cercana. Puede ser que la socialización sea muy básica y sólo en el sentido de enseñar-aprender, pero hace falta la experiencia de ver y reconocer al otro, de que se sienta más empatía y se generen lazos de solidaridad que hagan significativas las interacciones. Una solución a este problema sería que, dentro de los programas educativos, se instauren prácticas de sana convivencia que promuevan relaciones cercanas. Charlas entre alumno, charlas entre profesores,
tertulias literarias, actividades deportivas o culturales, podrían ser ejemplo de estas prácticas.
Poco reconocimiento social. En otros tiempos el profesor era una figura de respeto, pero a la vez a algunos se les temía, lo que no era bueno, evidentemente no nos referimos a ese caso, sino a los maestros autoridades morales. En la actualidad muchos estudiantes no respetan a sus maestros y, hasta los padres de familia llegan a pensar muy poco en ellos como personas con liderazgo moral sobre sus hijos. Lo anterior suele suceder en las escuelas privadas y, de manera menos frecuente, en las públicas. La falta de reconocimiento también puede provenir de las propias
autoridades de los centros educativos en donde por ejemplo, a un docente no se le reconozca la labor realizada cuando ha obtenido un alto rendimiento o destacado por alguna actividad innovadora. Así, si los directivos reconocen la labor de los
docentes sobresalientes, incentivarán a otros a seguir los pasos de éste. El reconocimiento es uno de los elementos que producen mayor entusiasmo entre las personas. Cabe señalar, por otra parte, que también existe un descrédito hacia los docentes en grupos poblacionales con medios o altos niveles socioeconómicos donde se les asume como un empleado y no como un facilitador y un guía para sus hijos.

Conflictos escolares. En la actualidad, precisamente por esa poca o nula deferencia hacia el docente, llegan a suscitarse enfrentamientos de diversa índole y gravedad en las escuelas. Ello también puede ser producto de que en los entornos familiares suceda lo mismo, el debido respeto hacia los padres, sobre todo en las etapas escolares como la secundaria o la preparatoria. Ello no sólo es consecuencia de las dificultades propias de la edad por los cambios físicos y psicológicos que les aquejan, sino porque además, el entorno propicia ciertas conductas indeseables.
Así, se dan más casos de indisciplina tanto fuera como dentro del aula y de la escuela. Son comunes desde siempre los conflictos de alumnos-alumno, pero también lo están siendo los que son de maestro a alumno, de la padres hacia maestros, de directivos hacia maestros. Ello provoca un estado de malestar en donde es necesario, como propuesta, que exista un mediador experto en resolución pacífica de conflictos que puede encontrarse entre los mismos tutores o maestros.
Así, una solución sería formar al profesorado en la adquisición de técnicas de resolución de conflictos: uso adecuado dela comunicación, técnicas grupales y métodos de problemas. Reconocimiento hacia el otro mediante en conocimiento mutuo y respeto a las diferencias. Con algunos alumnos que de continuo generan problemas, tener el apoyo de algún psicólogo antes de llegar a represiones o castigos a menos que la situación sea de cuidado.
La presencia de nuevas tecnologías. Para muchos docentes y más aún durante la época del confinamiento por la pandemia, se generó un estado de estrés no sólo por el aislamiento sino tener que usar el internet (de los que muchos carecían) para que se efectuaran las clases. La presencia de las nuevas tecnologías en las escuelas es una realidad o lo será en muy poco tiempo para todas, lo que supone que el profesorado deba adaptarse a los avances tecnológicos a pesar de que, en la mayoría de los casos esta tarea resulta difícil. Por ello llegan a desarrollar sentimientos de impotencia ante el uso de estos medios y frustración, pues el proceso enseñanza-aprendizaje no llega a completarse del todo o de la manera más positiva posible.

A manera de conclusión iniciaría por enfatizar el alto sentido social que tiene el docente en sus comunidades y la necesidad de reivindicarlo como tal: un agente de cambio positivo, de progreso si no material, sí moral para los futuros ciudadanos.
Se han expuesto algunas de los problemas a los que se enfrentan y que hacen que se manifiesten en ellos estrés. Cuando por cansancio sicológico el docente es incapaz de motivar a los alumnos y, a la vez, cuando los alumnos se ven poco motivados respecto a la escuela, se genera un círculo donde la enseñanza y el aprendizaje dejan de tener el peso y la valía que deben tener. Este círculo solo puede romperse si se empieza, primero, por darse cuenta del problema: los docentes están estresados, presentan cansancio y desánimo. Ahora bien, muchas
de las causas están fuera de las manos de las autoridades, los padres u otros agentes sociales en tono a las escuelas como lo son: los bajos salarios, insuficiencia de material, sobre carga de trabajo por tener que cumplir con currículos muy extensos, además de tener que cumplir con actividades administrativas y socioculturales, entre otros.
Específicamente sobre esta multiplicidad de funciones que desde el ámbito de la estructura educativa y de la sociedad deben desempeñar, se provoca cierta ambigüedad que no les favorece. Aumenta el malestar, el no sentirse a gusto, el estrés y el deterioro físico.
Esteve (1995) define el malestar del docente como “los efectos permanentes de carácter negativo que afectan a la personalidad del profesor como resultado de las condiciones sicológicas y sociales en que ejerce la docencia”. Destaco de este autor la afirmación de que algunos de los componentes que producen los problemas sociales que porta el alumnado, el deterioro de la imagen social del docente, la continua actualización del profesor, el aumento de las exigencias que recaen sobre él, la dificultad con el uso de las nuevas tecnologías, la escases de recursos, las deficientes condiciones de trabajo y las agresiones verbales, físicas y psicológicas, son cada vez mayores y más graves por lo que debe dársele una solución efectiva y a mediano plazo desde los gobiernos y las dependencias que delimitan los programas y acciones respecto a la educación en México.

Por mi parte agregaría que es imperante que todo el entramado social que representa el entorno educativo, debe ser ejercitado profundamente en valores, en la resolución pacífica de conflictos, en la mediación y la autogestión de emociones.
Ello requiere que se anexe a la formación del magisterio, contenidos que vayan en esa dirección. Así mismo que exista en los programas educativos, la educación cívica de una manera más moderna y novedosa, así como nuevas prácticas educativas donde no sea el profesor quien solamente trasmite información y el emisor, los estudiantes, sino que todos aporten con sus reflexiones, sus propios saberes, su personalidad, con el fin de hacer de la época escolar de una persona, una experiencia de vida positiva, propositiva y valiosa.

REFERENCIAS
Ander-Egg, E (2005). Debates y propuestas sobre la problemática educativa: algunas reflexiones
sobre los retos del futuro inmediato. 1° ed. Rosario: Homo Sapiens.
Esteve, J. (1994) El malestar del docente. Barcelona: Paidós.
Mungarro, Gloria del Carmen, Yadira Guadalupe Chacón (2017). Malestar docente y su impacto
emocional en profesores de educación primaria. Congreso Nacional de Investigación Educativa
COMIE. [Fecha de consulta 20 de marzo de 2022] Disponible en:
https://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v14/doc/2398.pdf
Sánchez, María del Carmen (2015). El estrés docente, un grave problema para la enseñanza.
[Fecha de consulta: 20 de marzo de 2022). Disponible en:
https://www.educaweb.com/noticia/2007/01/15/estres-docente-grave-problema-ensenanza2146/#:~:text=Los%20cambios%20que%20se%20est%C3%A1n,los%20valores%20y%20las%20re
laciones
Oramas, A. (2013). El malestar en las aulas. Madrid: Ediciones Díaz Santos.

 

Vela Cuevas, Mónica. Problemas que presentan los docentes para realizar sus funciones. México: CEAAMER, 2022. 10 hojas.

Check Also

Barboza Guzmán, Carlos Marx. Compromiso de todos. Difundir el medio ambiente. México

COMPROMISO DE TODOS DIFUNDIR EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE.  Autor: Dr. Carlos Marx Barbosa Guzmàn. …

Powered by keepvid themefull earn money