Home / Trabajos Académicos / Venegas Vargas, Thalía Lizette. Gobernanza y políticas públicas

Venegas Vargas, Thalía Lizette. Gobernanza y políticas públicas

CENTRO DE ESTUDIOS AVANZADOS DE LAS AMÉRICAS

MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

NOMBRE DEL ALUMNO: THALIA LIZETTE VENEGAS VARGAS

ASESOR: FRANCISCO ROBERTO ROSEMBERG MUCIÑO

Título del Caso Práctico. GOBERNANZA Y POLÍTICAS PÚBLICAS

FECHA: 17/04/2023

Introducción

En este ensayo se presenta la culminación del esfuerzo académico sobre la gobernanza y políticas públicas tienen su base en tres áreas fundamentales de desarrollo desde la conceptualización del orden social como primer eje de acción, una vez que se logra el entendimiento y desarrollo del
concepto en nuestra actualidad se genera un vínculo basado en la buena gobernanza.

Aspecto que en nuestro país en la actualidad no ha sido favorecido de conformidad con los indicadores internacionales y de observancia global, esto derivado de la falta de voluntad política desde mi percepción sobre los principios rectores de la gobernanza, por citar algunos la falta de
transparencia, la libertad de expresión y democracia, el estricto apego a la ley y la legitimidad política y social de nuestro país.

Al cierre del presente se materializa un mapa conceptual gráfico basado en referencias internacionales, universidades, pero sobre todo en el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social el cual brinda un claro eje que parte del marco jurídico, hasta llegar a la evaluación y monitoreo de las políticas públicas las cuales por mandato deberían tender al bienestar social y con ello generar estabilidad entre el gobernante y los gobernados.

A. Orden Social.

Para el desarrollo de esta actividad académica es importante conceptualizar el orden social el cual parte del conflicto y el cambio. Algunos autores identifican el orden social el concepto orden social con estructura social, statu qua, equilibrio, homeostasis o entropía social y los oponen a desorden social, desorganización, caos o incluso a cambio social. Aunque cada uno aporta un matiz particular, en nuestro caso tomamos el de orden social para designar esa relación de fuerzas sociales que tienden hacia un equilibrio, pero siempre con una idea de dinamismo, no de estancamiento.
(Álvaro, 2013)

El concepto de socialización es básico para analizar el orden social. Se trata de un proceso por el que la persona aprende e interioriza, en el transcurso de su vida, los elementos socioculturales de su medio ambiente, los integra y da estructura a su personalidad, con la influencia de experiencias
y agentes sociales significativos, para adaptarse, de esta manera, al entorno social (Giddens, 2000).
Así pues, la socialización pretende un equilibrio y ajuste entre persona y sociedad. Los agentes de socialización primarios que tienen como objetivo explícito la socialización es: familia, escuela y religión. Y, por otra parte, los grupos que no tienen como objetivo explícito la socialización es: empresa-trabajo, grupo de iguales, grupos sociales, medios de comunicación y otros.

B. Buena Gobernanza.

Tomando como base este concepto es momento de desarrollar la buena gobernanza la cual a decir de UNODC, 2020 la palabra gobernanza proviene de la voz griega kubernaein y el verbo latino gubernare, que significa dirigir. Al compartir la misma raíz lingüística, se solía utilizar este
término de manera intercambiable con el término gobierno. Sin embargo, mientras que gobierno se define como un conjunto de instituciones establecidas por constituciones y leyes, la gobernanza hace referencia, a la relación entre el comportamiento de los gobernantes y los gobernados.

Las Naciones Unidas definen la gobernanza como «las estructuras y los procesos por los que una organización social ya sea una familia, una empresa o una institución internacional se rige, lo que puede ir desde el control centralizado hasta la autorregulación. La ONU también definió la
gobernanza de una manera más simple al referirse a ella como el proceso de adopción de decisiones y el proceso mediante el cual se aplican o no tales decisiones.

Desde el punto de vista internacional la buena gobernanza se considera un elemento clave para lograr el desarrollo sostenible y el bienestar humano. Algunos estudios muestran que la buena gobernanza, a diferencia de la democratización, tiene efectos muy positivos en la medición de la
confianza social, la satisfacción con la vida, la paz y la legitimidad política. Otros estudios también muestran que la buena gobernanza mejora las evaluaciones de vida, ya sea directamente manifestado en que la gente es más feliz viviendo en un contexto de buen gobierno, pues la buena
gobernanza permite a las personas alcanzar niveles más altos de para su bienestar. Esto se relaciona en particular con el control de la corrupción, que ha demostrado tener un efecto directo e indirecto en el bienestar.

En este punto donde me centro en el bienestar generado por la buena gobernanza es de resaltar lo visto en el módulo que permite a está tener principios lo cuales garantizan que la buena gobernanza está estrechamente relacionada con la lucha contra la corrupción. (Gerrero, 2021) Por consiguiente, algunos de los principios fundamentales de la buena gobernanza son también principios de la anticorrupción. La literatura identifica la buena gobernanza con los sistemas políticos que:

  • Son participativos.
  • Coherentes con el estado de derecho.
  • Transparentes.
  • Tienen capacidad de respuesta.
  • Están orientados al consenso.
  • Son equitativos e inclusivos.
  • Eficaces y eficientes.
  • Rinden cuentas.

Considero que cuando los sistemas políticos no se adhieren a estos principios, es probable que sus instituciones no sean capaces de prestar servicios públicos y de satisfacer las necesidades de la población. El principio que refiere a lo equitativo e inclusivo requiere especial atención, ya que asegura que se tengan en cuenta las opiniones de las minorías y que se escuchen las voces de las personas más vulnerables de la sociedad cuando se tengan que tomar decisiones. Sin embargo en la actualidad no se busca un fin común o la gobernanza hacia las mayorías sino la imposición de las minorías con lo cual el beneficio que fue mencionado en párrafos anteriores no se logra a cabalidad.

Medir hasta qué punto las distintas jurisdicciones se adhieren a los principios de buena gobernanza es una tarea compleja y difícil. En efecto, algunos de estos principios pueden entrar en conflicto entre sí. Por ejemplo, puede que sea necesario comprometer la eficacia y la eficiencia para lograr
la equidad y la inclusión. Los indicadores que se suelen utilizar califican el siguiente grupo de variables proxy: a) la existencia y calidad de los procedimientos, como en la formulación del presupuesto y las adquisiciones, así como las descripciones claras de los puestos de trabajo en el
servicio público; b) los niveles de capacidad, como el nivel promedio de educación, las cualificaciones técnicas y el profesionalismo; c) los productos, como los resultados en materia de salud y educación, así como la disponibilidad de servicios y d) las estimaciones a partir de la observación directa.

Algunos de los índices más populares en materia de buena gobernanza son los Indicadores mundiales de Gobernanza, el índice de integridad pública y el informe Freedom in the World.
También hay índices con enfoque regional, como el Índice de gobernanza en África. Estos índices miden la buena gobernanza mediante la evaluación de distintos aspectos de la gobernanza y sus muchos indicadores. (UNODC, 2020) Por ejemplo, los Indicadores mundiales de gobernanza del Banco Mundial, de uso extendido a nivel global, intentan cuantificar la buena gobernanza midiendo los siguientes aspectos de la gobernanza sobre la base de:

  • Voz y rendición de cuentas: implica la participación ciudadana y la independencia de los medios de comunicación, que incluye la libertad política y de los medios, así como las libertades civiles.
  • Estabilidad política y ausencia de violencia/terrorismo: amenaza de golpe de Estado.
  • Efectividad gubernamental: calidad de la administración pública.
  • Calidad regulatoria: políticas favorables al mercado.
  • Estado de derecho: percepción de la delincuencia, un poder judicial eficaz, contratos ejecutables.
  • Corrupción: control de la corrupción, medido mediante encuestas compuestas.

Otro ejemplo es el Índice de integridad pública (IIP), que busca evaluar la capacidad de una sociedad para controlar la corrupción y asegurar que los recursos públicos se utilicen sin prácticas corruptas, así como hacer que su Gobierno rinda cuentas.

Sin embargo, se ha criticado la fiabilidad de todos los índices mencionados debido a sus evaluaciones subjetivas y a los posibles sesgos de muestreo causados por los distintos grados de voluntad de quienes participan en las encuestas. Por lo tanto, es importante tener en cuenta que cada una de estas mediciones tiene sus limitaciones. Toda forma de medir el buen gobierno está diseñada para detectar ciertos elementos e ignorar otros.

Una de las razones principales de la dificultad para definir y medir la buena gobernanza es que cada uno de los enfoques teóricos, metodológicos y empíricos dan un concepto diferente del término gobernanza (Andrews, 2008). Una solución posible es usar el término calidad de Gobierno en vez de buena gobernanza, tal como sugieren investigadores como (Rothstein y Teorell, 2008 citado en UNODOC, 2020).

En nuestro país tenemos el Consejo Nacional de la Política de Desarrollo Social el cual tiene la responsabilidad de la evaluación de las políticas y programas públicos el cual recobra una mayor importancia bajo el enfoque llamado Gestión para Resultados (GpR) (Coneval, 2019) que, como
su nombre lo indica, tiene el objetivo de proveer información sobre los resultados de las acciones gubernamentales para alimentar la toma de decisiones y así asignar presupuesto y prioridades con base en su desempeño. La evaluación tiene un papel clave ya que provee insumos e información
a cada una de las piezas de la GpR: se necesita saber qué funciona y en qué medida, los mecanismos a través de los cuales se cumplen los objetivos de las acciones gubernamentales, el costo que involucra su implementación en términos humanos y financieros, si el beneficio es uniforme o hay
diferencias entre la población que se busca atender, entre otras interrogantes que la evaluación sistemática, continua y de calidad puede despejar. Mediante el Presupuesto de Egresos de la Federación se impulsa la calidad y transparencia en el uso de los recursos públicos al designar las responsabilidades a las dependencias y entidades en materia de monitoreo y evaluación como se observa en la Figura 1.

Conclusiones

Con base en la secuencia académica plasmada se puede concluir que para el ejercicio real de una buena gobernanza deben existir los principios que permitan darle objetividad y certidumbre a los esfuerzos del estado para lograr los beneficios sociales, económicos, políticos, etc. Sin embargo, en la realidad de nuestro país desde mi percepción el concepto de buena gobernanza no se lleva a cabo derivado de la situación actual y contexto nacional e
internacional.

Uno de los indicadores de observancia internacional es la corrupción y nuestro país aumento el nivel de corrupción en los últimos indicadores internacionales aunado a uno de los principios rectores de gobernanza “Transparencia”, en la materialización y ejercicio del presupuesto no se tiene certeza en donde se aplica, con lo cual cada vez se obtienen menos beneficios sociales, aunado a la censura y libertades que deberían privilegiar el ejercicio democrático.

Tomando como eje el mapa desarrollado al cierre de la actividad cuyo objetivo es la base jurídica, el diseño y materialización de una política pública tomando como eje el beneficio que esta debería generar dista mucho la parte conceptual y académica con los resultados que actualmente tenemos, ya que al decir internacional se ha destinado presupuesto en programas, planes, políticas y estrategias que en el mediano y largo plazo darán un impacto en la sociedad no del todo grato y lejos de cerrar la brecha entre la sociedad se apertura puntos de crisis, todo lo opuesto a lo visto durante el cuatrimestre.

Referencias
Álvaro, J. L. (2013). Fundamentos sociales del comportamiento humano. España: Editorial
UOC.
CEAMER. (10 de diciembre de 2022). Desarrollo del caso Practico. Obtenido de Ciencia
teoria y método: www.ceamer.mx
Coneval. (2019). Marco normativo para la evaluación de las poiticas, programas y
acciones de desarrollo social en el ámbito federal en México. Obtenido de chromeextension://efaidnbmnnnibpcajpcglclefindmkaj/https://www.coneval.org.mx/Evalua
cion/NME/Documents/Marco_normativo_evaluacion.pdf
Gerrero, M. (Marzo de 2021). La gobernanza como principio de gobierno y convivencia
social. Obtenido de Universidad Autónoma del Estado de Morelos:
http://inventio.uaem.mx/index.php/inventio/article/view/10/683
Giddens, A. (2000). Sociología. Barcelona: Alianza Editorial.
UNODC. (2020). Herramientas de conocimiento para académicos y profesionales.
Obtenido de Módulo 2 La corrupción y la buena Gobernanza:
https://www.unodc.org/e4j/es/anti-corruption/module-2/key-issues/what-is-goodgovernance.htm

Bibliografía

Venegas Vargas, Thalía Lizette. Gobernanza y políticas públicas. México: CEAAMER, 2023. 10 hojas.

Check Also

Barboza Guzmán, Carlos Marx. Compromiso de todos. Difundir el medio ambiente. México

COMPROMISO DE TODOS DIFUNDIR EL CUIDADO DEL MEDIO AMBIENTE.  Autor: Dr. Carlos Marx Barbosa Guzmàn. …

Powered by keepvid themefull earn money